El temor sólo existe en tu mente;
es el fruto de inseguridades,
que muchas veces, ni siquiera son reales;
y ese miedo crece, si se lo permites,
convirtiéndose en temores
cada vez más grandes,
hasta convertirse en pánico,
y detenerte por completo.
Enfrentarle,
confrontándole con la realidad,
es la mejor forma de superarle.