¡He decidido vivir en armonía!
Desterrar la pena y la agonía,
liberarme de la tristeza y del dolor;
dejando el pasado atrás,
y el futuro en el por venir.
¡He decidido vivir en paz!
Dejar las rencillas en el olvido
y llenar mis días de alegría.
¡He decidido vivir en gratitud!
Alabando a Dios por sus bondades,
y aceptando a mi prójimo con sus bobadas.
¡He decidido vivir en el ahora!
Disfrutando intensamente cada instante,
fluyendo simplemente con lo que venga.