Cuando el cuerpo físico se enferma,
es porque de alguna forma,
se ha desconectado del amor;
y se hace necesaria una re-conexión:
el espíritu es la conexión
entre el cuerpo, el alma y Dios.
Así es que si quieres ayudar a alguien
que está enfermo,
haz consciencia de tu espíritu;
visualiza cuerpo y espíritu
de la persona afligida;
desplaza la energía de tu espíritu hasta ella
y envuélvela en infinito amor.
Quédate con ella por un momento
y deja en ella,
la energía residual de tu espíritu,
pleno de amor;
ten la seguridad de que ese amor
le ayudará a sanar.